Lo “inhumano” visto ante ojos de un espectador de la labor de cocina
en el mundo real son las jornadas de trabajo tan extendidas, las cargas
de responsabilidad dirigidas a un solo elemento llámese cocinero, lava
loza, cochambrero, la responsabilidad de tomar todos los días el control
de toda tu trayectoria de cocina y que se encuentre frágil y en riesgo
cada vez que se sirve un plato por que vivimos siempre acreditados por
la aceptación de un comensal o miles de ellos.
El arte
de todo esto es vivir en esa inhumanidad, lograr el dominio de la
adversidad y tras muchos casos de riesgo, haber vivido lo suficiente
para poder detectar, observar, corregir antes de tiempo y literalmente
olfatear el peligro antes y durante cada proceso de cocina efectuado.
La
solución de problemas es un arte aprendido tras el protagonismo de uno
mismo dentro de casos de error, fracaso, frustración y valor para
levantarse tras vivir situaciones críticamente incómodas.
No
es sencillo aceptar que uno se encuentra dentro de un problema y la
gran incomodidad de tener que salir adelante evadiéndolo o
solucionándolo es una labor que no cualquiera puede lograr.
Por
eso a veces me cuesta tener que trabajar capacitando a unos y enseñando
de cero a otros estudiantes de gastronomía con una soberbia que si
existiera en las cocinas del mundo real dejaría los fogones solos porque
piensan que lo saben todo y el mundo no los merece... Después comprendo
que al final unos cuantos serán los exitosos y verdaderos expertos en
el arte culinario... No es adulando a la coordinación educativa ó
copiando recetas de internet como se obtiene el conocimiento necesario
para culminar con exito en está profesión que cada vez demanda mas
preparación y menos "humanidad". El día de mañana seremos lo que hemos
asumido ser hoy.. Entonces habrá que volver a empezar y tal vez sea muy
tarde ya...
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