Cuando se habla de investigación
gastronómica quiero dar a entender desde cómo funcionan diferentes
productos en un plato hasta la creación de elementos más elaborados,
como texturas, sabores, técnicas o el uso de artefactos usados en otras
ramas.
La investigación dentro de la alta cocina
se ha convertido en un punto fundamental para aquellos cocineros que
buscan un reconocimiento de su propio trabajo o simplemente para
difundir la gastronomía local, generalmente con el uso de productos de
calidad y siempre tratando de conservar el sabor del mismo al máximo.
Recientemente, algunos países del continente americano se encuentran
encabezando artículos de revistas de alta gastronomía y están en boca de
los más afamados cocineros europeos, volcando su mirada principalmente
hacia países como Estados Unidos, Brasil y Perú, ya que se han
posicionado como los principales exponentes de la alta cocina en
América. En México, la investigación se está desarrollando lentamente y
el reconocimiento de su alta gastronomía parece ser algo no muy
distante, pero ¿debemos presionar en su habitualidad dentro de las
cocinas mexicanas?.
Los cocineros mexicanos tenemos el
conocimiento y los productos necesarios para la composición de platillos
que sorprendan y la creatividad para un montaje estético, pero
realmente es difícil encontrar nuevas técnicas para lograr que un
platillo sea novedoso y espectacular, así que debemos aprovechar todas
las bases de la cultura mexicana para así crear platillos con raíces e
identidad gastronómica propia. Sin embargo, el crear a base de
investigación no sólo nace por ser un ideológico nato, si no que lleva
un proceso de aprendizaje, en el cuál tenemos que hacer énfasis a la
lectura, la curiosidad y los viajes, que son una de las principales
pautas para la creación de nuevos platillos.
La investigación gastronómica no sólo
implica la creación de nuevas técnicas y un montaje atractivo, si no que
envuelve una vasta cantidad de sensaciones que debe apreciar el
comensal, una experiencia diferente desde que entra al restaurante, el
servicio de sala y la forma en la cual se come un platillo, haciendo que
éste forme parte del mismo, creando una divertida dimensión sensorial
“comensal – platillo”, buscando que el cliente se identifique y se
inquiete en la mesa, que imagine o lo devuelva a ciertos momentos de su
vida y que se interese por conocer que hay más allá del platillo que
está degustando. Dentro de la cocina, debemos saber el ¿por qué? de la
combinación de ciertos sabores, la aplicación de técnicas nativas a
diferentes productos locales, así podríamos colaborar mucho más al
crecimiento de la gastronomía mexicana en términos de innovación.
Podríamos tomar por ejemplo a países como
España (actualmente posicionado como país precursor de la alta
gastronomía), países Nórdicos, Japón y Estados Unidos, que son fieles
seguidores de un fenómeno que ha revolucionado la forma de comer, pero
no hay que dejar atrás a países de América Latina, que están haciendo
investigación gastronómica poco a poco y que han demostrado que su alta
gastronomía puede ser reconocida a nivel mundial. Siguiendo el mismo
ejemplo, hay que tomar en cuenta que las repercusiones de la
investigación gastronómica son amplias y favorables, logrando que el
turismo nacional e internacional aumente, ofreciendo la alta gastronomía
como un producto local de excelencia.
Sabemos que en México tenemos una
gastronomía realmente amplia, tanto en Noviembre de 2010 fue declarada
como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la UNESCO,
título que únicamente sustenta México y noticia que dio la vuelta al
mundo, por consecuencia, los cocineros mexicanos somos responsables de
difundir la alta gastronomía nacional a nivel mundial, aprovechemos el
titulo y hagamos buen uso de él. Utilicemos todos los ingredientes que
tengamos a nuestro alcance, todas las técnicas nativas de nuestro país,
recurramos a los conocimientos de las nuevas tendencias y sigamos
cocinando alta gastronomía mexicana.
La investigación es una tarea difícil que
implica tiempo y dinero pero que al final pero presenta un gran
beneficio para el país. Se están dando los primeros pasos con el
surgimiento de diversos congresos gastronómicos en México, que si bien,
se exponen ideas de cocineros de otros países, impulsa a nacionales a
interesarse mucho más en la investigación, ya que sin ella, la ponencia
queda completamente insulsa a lo ojos del público, cada día más
hambriento por aprender.
Hay que eliminar la “fuga de cerebros”
(que también se da en éste ámbito); sin talento, pasión y perseverancia,
la calidad de la investigación sería deficiente. Logremos que México
sea anfitrión, lugar de encuentro de la alta cocina mundial y punto de
visita de los viajeros gastronómicos. Pienso que es tiempo de dar el
siguiente paso dentro de las cocinas de México, apostemos por la
investigación para así lograr un reconocimiento en la rama de la alta
gastronómica mundial.
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